sábado, 22 de septiembre de 2018

EL ESTADO PRIMITIVO FRENTE AL ESTADO SOCIAL



El escenario político que atraviesa nuestro país es de pedagogía para la población, no solo porque la gente está atenta a cada episodio y “disfruta” al ver quién cae primero, o a quién se le arrincona, también porque pone sobre la mesa dos corrientes de pensamiento que vienen confrontándose desde ya hace un buen tiempo. Por supuesto que, de esta disputa, los extremistas están expectorados por su criminal actuación en las décadas de sangre al que, dicho sea de paso, en su momento los fujimoristas se han prestado.

Esta disputa se produce entre los supuestos liberales y aquellos quienes apuesta por un Estado social, democrático. Catalogo de “supuestos” liberales porque éstos, en mi opinión, se han quedado anclados en viejos paradigmas[1] que ya los Estados liberales modernos superaron. Estos “liberales” sostienen que el Estado no debe intervenir en la esfera de los particulares, porque éstos son autónomos para ejercer su libertad. Lo que sí el Estado debe garantizar es el estricto respeto de la propiedad privada y el imperio de las leyes.

Claro, hasta aquí todo parece de maravillas, porque quién podría estar en contra de “la autonomía”, de la “libertad”, por dios, o que alguien te quite tu propiedad que te ha costado años de esfuerzo y horas sin dormir, por favor. Y claro, la mejor manera de garantizar ello es que haya leyes claras y efectivas que permitan asegurar su cumplimiento. El problema radica en que esto que parece maravilloso y esperanzador sólo “quedaba”[2] en la formalidad, repito, sólo queda en la formalidad, o sea, papelito todo aguanta. La realidad es totalmente distinta, qué imperio de la ley ni que ocho cuartos, ¡al carajo!, aquí prima el imperio “de los mejores… de los mejores amigos”[3] como quedó registrado en los audios de los “cuellos blancos” o los “lava juez” que secundaban a la señora “k” y que posiblemente habrían absuelto también a “AG”. Recapitulemos, ¿por qué en nuestro país estos llamados “liberales” se aferran “al imperio de la ley” y a la “propiedad” ?, creo que no hace falta mayor esfuerzo para entenderlo; Fuerza Popular y el APRA, tienen mayoría en el congreso y las leyes se dictan desde el Congreso, el Legislativo es la fabrica de leyes por antonomasia, por tanto para estos grupos de poder (económico), su prioridad es, por lo menos, capturar el Legislativo, así pueden dictar las leyes que mejor les convengan a fin de garantizar el estricto respeto a la “propiedad privada”, ¿quéee? ¿qué estoy diciendo?, digo, garantizar el estricto respeto a sus “propiedades”, el del resto no importa. Propiedad de privados sobre los cientos de kilómetros de tierras agrícolas, explotación de minerales en los andes, petróleo en la amazonia, ni qué decir el control de venta de medicamentos, medios de comunicación, etc., todo ello es la propiedad privada en grueso, hay del que la cuestione, se le aplica el “imperio de la ley”, y claro, ésta practica no es nueva, desde la mismísima llegada de los invasores a territorio andino se han venido enquistando, y una muestra de que ello fue así en la República es la frase de Óscar R. Benavides: “para mis amigos todo, para mis enemigos la ley”[4].

Pero cuando se dice “imperio de la Ley” se hace referencia a aquella regla o reglas que tienen una estructura lógica que están recogidas en los códigos o normas específicas; para ellos la Constitución Política o puntualmente los Derechos fundamentales en ella recogidas les importa un chocho, a lo mucho son valores o principios de referencia, aunque la libertad y la propiedad como tal tampoco sean reglas con una estructura lógica de premisas y conclusiones.

Sí pues, ésta es la expresión del liberalismo primitivo, de aquel pensamiento que cree que la libertad no tiene límites, excepto la fuerza bruta de otro hombre “libre”, sino, pues fíjense quién es Hector Becerrirl[5], congresista fujimorista que habría amasado recursos económicos a punta de patadas y puñetes, talvez a balazos, al igual que su compinche Edwin Oviedo[6], o el congresista Mamani, presuntos delincuentes, ni hablar de Juaquin Ramirez[7], u otro de los pendejos, Antonio Camayo, quienes se la ivan creyendo que sería intocables comprando jueces y fiscales. Aunque, sinceramente, creo que estos sólo son la imitación o aprendices de quienes durante cientos de años han venido amasando recursos a costa del hambre, la miseria, la desprotección, la falta de educación y salud de calidad para todos los miembros de una sociedad organizada. Así, tristemente se hace real los pronósticos de José María Arguedas, quién en su cuento “el sueño del pongo” o en su novela “El zorro de arriba y el zorro de abajo” se adelanta en pronosticar que llegaría el momento en que los de abajo tomarían venganza contra los de arriba si estos no cambian su forma de relacionarse. De ahí que es importante que el Estado sea realmente la encarnación de acuerdos de diferentes y que todos hayan participado con su decisión en su constitución.

Aquí quería llegar, cuando me refería a la otra corriente de pensamiento en disputa en el escenario político actual, estos son quienes piensan, que el Estado es una sociedad organizada, o sea, creación humana, el paso de una sociedad primitiva donde predominaba la fuerza bruta a una sociedad organizada donde el respeto a la libertad es un imperativo y ésta existe sólo si se aplica por igual para todos, o sea, no hay libertad sin igualdad. Claro, para que ello tenga legitimidad y que todos la cumplan debe ser resultado de un proceso largo, meditado, discutida y consensuada, quienes decidan hayan participado en su idioma y queden también registradas sus formas de comprender el mundo y lo que quiere para sus descendientes, o sea una sociedad de diferentes constituida, esa sería una legítima Constitución Política, hecho que, en mi opinión, todavía no se ha dado como sí se dio en el hermano país de Bolivia.

Pero bueno, mientras, hagamos con lo que tenemos hasta que tomemos conciencia la mayoría y exijamos. Y lo que tenemos ahora es la Constitución del 93. Allí se recoge que “la República del Perú es democrática, social,…” (art. 43), también se puede comprender de su artículo 3 que, el Estado peruano es Democrático y Republicano. Desde luego, a diferencia del Estado liberal primitivo del imperio de la fuerza bruta, el Estado social se debe a los individuos voluntariamente organizados donde la libertad sólo es libertad si es igual para todos. Aquí la libertad es comprendida como razón y no como fuerza, no cualquier razón, sino la que mejor beneficie y convenza[8] a todos. Eso es lo que hace diferente a un Estado social de un Estado primitivo. Si esto no fuera así, no tendría sentido que los individuos decidan vivir en sociedad, cediendo y a su vez beneficiándose.

A modo de resumen, los fujimoristas y apristas, y quienes están detrás de ellos, han demostrado que para ellos el Estado peruano es un Estado liberal primitivo, un estado de gobierno de la fuerza bruta, donde todo vale con tal de velar su (sus) propiedades y con ese fin exigen el imperio, no de la ley desafortunadamente, sino del de “los mejores… los mejores amigos” o el “todo para mis amigos, y para mis enemigos la ley”.

De otro lado tenemos, a quienes sostienen que el Estado social es un peldaño más en ese largo proceso de evolución del ser humano, y que la libertad primitiva es sustituida por una libertad de razones, discusiones, convencimientos y acuerdos, por tanto, la Constitución política está por encima de cualquier ley, o dicho de otra manera, la ley no puede contradecir a la Constitución.

CCOA MAMANI, Vidal.                                                                                         22/09/18



[1] El día 21 de setiembre, el antropólogo Jaime de Althaus, en el diario Elcomercio.pe ha reprendido a la derecha peruana al no haber aprovechado su mayoría en el legislativo, además dejando entrever que lo más importante en un Estado es la “protección de la propiedad y el imperio de las leyes”. En: Jaime de Althaus (2018), Después de la batalla, la columna de Jaime de Althaus, El Comercio, Perú. (última visita 22/09/18 https://elcomercio.pe/politica/despues-batalla-columna-jaime-althaus-noticia-559945)
[2] Digo “quedaba” porque los últimos eventos de escándalo, los audios de IDL-REPORTEROS, fueron documentos que se registraron dentro de lo legalmente permitido. No fueron chuponeos ni piratería, fueron ordenes de jueces y fiscales apegados a la Constitución y las leyes. Lo que evidencia que hay ciudadanos peruanos que actúan garantizando una real libertad de los individuos y sancionando cualquier fraude a la libertad en un Estado social.
[3] Autor de la frase Walter Ríos, ex presidente de la Corte Superior de Justicia del Callao, en: IDL-REPORTEROS (2018), Corte y corrupción, Lima (última visita 22/09/18 https://idl-reporteros.pe/corte-y-corrupcion/)
[4] Aunque parece que esta frase tampoco sea de su autoría sino copia.
[5] Héctor Becerril fue jefe de seguridad de Pomalca y dirigió violentos desalojos, en: https://www.americatv.com.pe/noticias/actualidad/hector-becerril-fue-jefe-seguridad-pomalca-y-dirigio-violentos-desalojos-n289676
[6] Edwin Oviedo sindicado por Fiscalía como líder de organización criminal (1/2), en: https://www.youtube.com/watch?v=M-52H9ejYFg
[7] Juaquin Ramirez: presunto delito de lavado de activos. https://www.youtube.com/watch?v=8ZJnZZXDGMc
[8] Por supuesto que este convencimiento no solo es formal, como cuando por unos centavos te hacen firmar y poner tu huella digital en un papel blanco o que ni siquiera hayas entendido el contenido de un contrato o acuerdo y que cuando menos te lo esperabas te enteras que habías firmado la transferencia de tu propiedad a otro, o que habías “aceptado” estar conforme con un sencillo que la minera te dio a cambio del cáncer que la contaminación minera te ha generado, la libertad debe estar garantizada equilibrando las igualdades.

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