miércoles, 18 de julio de 2018

“Si no los convences, al menos confúndelos”


Cada uno, funcionarios públicos y personas privadas, tenemos que hacer el esfuerzo por comprender que hay un objetivo mayor por alcanzar: la convivencia pacífica, y ello requiere del respeto a principios elementales de convivencia.
A noche, después de una breve conversación entre coterráneos sobre la importantísima coyuntura por la que atraviesa nuestro país, pregunté ¿cómo estaba el barómetro de nuestros llaqtamasi?, después de haberse puesto en evidencia la perversa artimaña de los corruptos que tienen capturado algunas instituciones de nuestro país, me refiero al fuji-aprismo que tiene mayoría absoluta en el Congreso y que desde allí se maquina para intentar controlar otras instituciones; la respuesta fue, como no podía ser de otra manera: “contundente, indignados, con los ánimos caldeados”.

Desde luego, la indignación es lo que corresponde, y sobre todo exigir a los competentes rápida solución para evitar caer en la resignación, el resentimiento que peligrosamente puede conducir al odio.

Entonces me quedé pensativo sobre algunas voces soterradas y direccionadas que van circulando en las redes sociales y que contribuyen a fines claros de impedir o al menos dilatar la respuesta rápida y focalizada que se debe dar. Para ello recurren al desacredito, satanizan, desprestigian, entre otras cosas catalogan de: “los caviares quieren volver a tomar el poder”, “los rojos resentidos”, etc., panfletos que no tienen nada de seriedad ni sustento, que lo único que quieren conseguir en la sociedad es crear confusión, estos medios afines a los corruptos fuji-apristas que tienen como aliados a miembros del Consejo Nacional de la Magistratura donde se elige y ratifican jueces y fiscales, individuos que resuelven investigar y sancionar a delincuentes envueltos en narcotráfico, homicidios, violación de menores, o que, de no haberlos puesto en evidencia, habrían resuelto la suerte de los procesos penales en contra de sus líderes (la señora “K” y el señor “AG”) etc., éstos panfletos de propaganda, buscan direccionar la opinión publica hacia el caos generalizado, donde “todo está podrido”, entremezclan corruptos y gente honesta (que sin ninguna duda los hay en las instituciones públicas, porque de no haberlo, esta información de los negociados descarados hoy el pueblo no habría podido corroborar). Estos panfletos que circulan por la red, también es apoyado por jueces o exjueces amigo del fujimorismo de público conocimiento; lo único que buscan esos medios de “desinformación” es confundir a la población, una vez desorientado la población finalmente no sepa qué exigir ni por dónde empezar, y con ello harían alarde los corruptos de aquella frase que resume la tinterillada: “si no los convences, al menos confúndelos”.

Creo que ello no es bueno para nada, ni para nadie, porque cuando se cree que todo este mal, a la vez nada esta mal, el totalizar, el generalizar, no nos lleva a ningún lado, nos pasamos años, décadas, siglos, intentando cambiar, sin saber siquiera por dónde empezar, porque “todo está mal”. Este escenario les conviene a los viejos partidos y aliados que hicieron de la corrupción su instrumento para mantenerse en el poder.

Quiero decir que, empezar a identificar el problema es imprescindible para cambiar, para mejorar o curar, si no pregúnteselo a los médicos, a modo de ejemplificar, porque el “Estado – sociedad” es un sistema, como el cuerpo humano lo es también, y un sistema tiene subsistemas, y éstos sus partes; así como el médico para prescribir un tratamiento lo primero que hace es someter al paciente a un estudio general, en seguida identifica el problema, luego le receta el medicamento pertinente, para finalmente sanarlo. En cuanto a nuestro país creo que ya tenemos identificado que la causa de todos los males en nuestra sociedad es la corrupción, y con estos audios, las evidencias son mayores, porque ahora tenemos identificado indubitablemente a los corruptos, aquellos que dicen que “la plata llega sola” o “estoy pensando pedirle diez verdecitos”, son viejos partidos políticos y personas con nombres y apellidos; ahora corresponde, como a un buen médico, a nuestra sociedad, sancionarlos ejemplarmente a estos parásitos corruptos y que devuelvan los bienes que a todos nos pertenece. Y, por otro lado, nuestra sociedad debe premiar a los buenos, respaldando al periodismo serio que investiga, a los jueces honestos y esforzados como al Juez del Callao que autorizó la interceptación telefónica, o a mujeres valientes como la Fiscal que dispuso investigar el crimen organizado y que ha permitido estos audios, o a los periodistas valientes de IDL, y otros.

Identificar el mal, extirpar el tumor - corrupción, es lo saludable para construir una sociedad donde todos vivamos en igualdad de condiciones, donde todos respeten los acuerdos de convivencia, donde se haga lo que la mayoría decide pero que sea fruto de la discusión fundamentada, de lo contrario, la sola mayoría absoluta o numeraria no es garantía de una democracia para todos. Por ello, no caigamos en el juego de los manipuladores, de quienes quieren desviar la atención sobre partidos, políticos, jueces y fiscales con nombre y apellidos porque “todo esta mal” que “todos son corruptos”, “los caviares” “los rojos”... ¡No!, no perdamos de vista a los corruptos, ataquemos el problema individualizándolos.

Mañana 19, habrá una marcha nacional contra los corruptos, hagamos de que sea enérgica y exigir sin demoras los cambios.
                                                                                         18 de julio de 2018
CCOA MAMANI, Vidal